Justo cuando despuntaban las primeras horas de la jornada de Censo Nacional de Población en el que muchas parejas del mismo sexo quedarían asentadas como familias, fallecía en El Calafate el ex presidente constitucional Néstor Carlos Kirchner, actual diputado nacional y principal impulsor dentro de su fuerza política —el Frente para la Victoria— del matrimonio igualitario.
Kirchner había introducido en en su gestión de gobierno —que continúa su esposa y actual presidenta Cristina Fernández— una defensa importante de los derechos humanos, marco en el cual se incluyeron los derechos de la diversidad sexual. Fue así que en mayo pasado el único proyecto que votó desde que fue electo como diputado fue la actual ley 26.618 que abre la figura del matrimonio civil a las parejas conformadas por personas de un mismo sexo.
Ya en el Senado, su influencia como presidente del Partido Justicialista y cabeza del FPV hizo posible la sanción definitiva con el acompañamiento de varios sectores no oficialistas de la norma que pocos días después promulgó la primera mandataria.
Dentro del colectivo LGBT el recuerdo del político que hoy despide la Argentina estará ligado al respaldo que le dio a los proyectos tendientes a lograr la igualdad jurídica para las familias que hasta ahora no habían sido incluidas en la agenda política como tampoco en la realidad como país.
Fuente: AG Magazine
jueves, 28 de octubre de 2010
viernes, 8 de octubre de 2010
Muere un activista de la diversidad
Atado de pies y manos, masacrado, estrangulado y semidesnudo, fue hallado el cadáver del periodista y activista Alberto Juan Osorio Castillo, de 44 años, en el cuarto que alquilaba en San Martín de Porres, un barrio de Lima, Peru.
El occiso se encontraba atado a su cama con un cable y en su cuerpo mostraba un conjunto de hematomas, por lo que se presume que antes de ser asesinado fue cruelmente golpeado. La policía afirmó que el asesino o asesinos actuaron de manera extremadamente violenta.
Una de las líneas de la investigación oficial señala como autor del crimen a la pareja del comunicador y el móvil habría sido el robo de sus aparatos electrónicos y tampoco descartan una venganza.
Eran las 9:30 de la mañana cuando Esther Castillo García, madre del activista que laboraba como presidente de la ONG Centro de Desarrollo Participativo para los Derechos y la Salud-VIH Darte, llegó al departamento porque su hijo no contestaba su celular.
Juan Osorio, quien también fuera representante comunitario en el Comité Multisectorial de lucha contra el VIH-SIDA (CONAMUSA), yacía tendido en el piso, al pie de su cama. Tenía las manos atadas hacia atrás con un cable y también los pies amarrados. Presentaba hematomas en el pecho y rostro. El cuarto del occiso estaba desordenado, por lo que se presume que el criminal se robó dinero y sus pertenencias.
Más tarde, la policía esbozó otra hipótesis que señala una posible venganza por parte de una de sus parejas ocasionales, e incluso los detectives señalaron que a su último acompañante se le habría pasado la mano debido a que a Juan Osorio le gustaba el sadomasoquismo.
Los restos de Juan Osorio fueron trasladados a su natal Huaral, donde son velados en el local turístico Hatuchay, a pocos metros de la Plaza de Armas de esa ciudad.
En tanto, de acuerdo con los editores del Boletin Diversidad, publicación con noticias LGBT de Perú, en vida Juan Osorio Castillo defendió con energía y compromiso los derechos a la salud de la comunidad LGTB y de las personas viviendo con VIH-SIDA.
“Es por ello que nos llena de tristeza e indignación su cruel asesinato al interior de su propio hogar y decimos ¡Basta de violencia contra nuestra comunidad!”, indicaron.
Boletín Diversidad hizo un llamado a las autoridades para que den con el paradero de los responsables del “repudiable acto criminal”, además de exigir condiciones de seguridad para que se ponga punto final a la ola de crímenes de odio que se han venido produciendo en Peru en los últimos meses.
El occiso se encontraba atado a su cama con un cable y en su cuerpo mostraba un conjunto de hematomas, por lo que se presume que antes de ser asesinado fue cruelmente golpeado. La policía afirmó que el asesino o asesinos actuaron de manera extremadamente violenta.
Una de las líneas de la investigación oficial señala como autor del crimen a la pareja del comunicador y el móvil habría sido el robo de sus aparatos electrónicos y tampoco descartan una venganza.
Eran las 9:30 de la mañana cuando Esther Castillo García, madre del activista que laboraba como presidente de la ONG Centro de Desarrollo Participativo para los Derechos y la Salud-VIH Darte, llegó al departamento porque su hijo no contestaba su celular.
Juan Osorio, quien también fuera representante comunitario en el Comité Multisectorial de lucha contra el VIH-SIDA (CONAMUSA), yacía tendido en el piso, al pie de su cama. Tenía las manos atadas hacia atrás con un cable y también los pies amarrados. Presentaba hematomas en el pecho y rostro. El cuarto del occiso estaba desordenado, por lo que se presume que el criminal se robó dinero y sus pertenencias.
Más tarde, la policía esbozó otra hipótesis que señala una posible venganza por parte de una de sus parejas ocasionales, e incluso los detectives señalaron que a su último acompañante se le habría pasado la mano debido a que a Juan Osorio le gustaba el sadomasoquismo.
Los restos de Juan Osorio fueron trasladados a su natal Huaral, donde son velados en el local turístico Hatuchay, a pocos metros de la Plaza de Armas de esa ciudad.
En tanto, de acuerdo con los editores del Boletin Diversidad, publicación con noticias LGBT de Perú, en vida Juan Osorio Castillo defendió con energía y compromiso los derechos a la salud de la comunidad LGTB y de las personas viviendo con VIH-SIDA.
“Es por ello que nos llena de tristeza e indignación su cruel asesinato al interior de su propio hogar y decimos ¡Basta de violencia contra nuestra comunidad!”, indicaron.
Boletín Diversidad hizo un llamado a las autoridades para que den con el paradero de los responsables del “repudiable acto criminal”, además de exigir condiciones de seguridad para que se ponga punto final a la ola de crímenes de odio que se han venido produciendo en Peru en los últimos meses.
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